jueves, 29 de agosto de 2013

Lo que le debemos a Simone de Beauvoir

                                                                          
“El esclavo que obedece escoge obedecer.”(Simone de Beauvoir)

El artículo de hoy intenta responder a esta pregunta:
¿Sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de Libertad?
Y ¿qué mejor forma de intentar arribar a una respuesta que hablando de Simone de Beauvoir, para quien las personas no nacemos siendo algo, sino haciéndonos.
Con un pensamiento absolutamente llamativo y revolucionario, Simone consiguió que el mundo comprendiera que la falta de igualdad en el mundo no está dada por la naturaleza de las personas sino por los aspectos culturales y sociales que limitan todas las libertades, formando estereotipos invulnerables 

                                                                   
 
Comprendiendo la esencia de la humanidad
Sin ella no estaría escribiendo. No porque ella me haya influido directamente en la escritura (la conocí bastante tarde), sino porque las mujeres no contaríamos con el espacio que hoy tenemos de no haber existido Simone. Y tampoco podría pensarse el feminismo como un movimiento fuerte, de no haber sido ella quien puso en palabras las necesidades de las mujeres en todo el mundo.
Pero es injusto hablar de Simone refiriéndose únicamente a los conceptos feminismo, ya que esta filósofa intentó desentrañar la esencia de toda la existencia humana. Tocando temas fundamentales como la libertad, el dolor, la responsabilidad y la vejez.
Simone reflexiona sobre el lugar que ocupan las personas en el mundo y la construcción cultural de las sociedades. Para ella no existe un rol predeterminado por el sexo de las personas, sino más bien se trata de una elección y todos deberían gozar del derecho a escoger su propio lugar en el mundo que les ha tocado.
Sus razonamientos han sido fundamentales y lo son todavía al día de hoy, cuando establecer un código de igualdad sigue siendo complicado, y cuando existen tantos grupos minoritarios que no gozan con total libertad del ejercicio de sus derechos… y otros no tan minoritarios.
                                                                               


La cuestión sexista es lamentable, la mires por donde la mires.
 Porque, no solamente es terrible que en muchos países las mujeres aún no puedan escoger el camino a sus vidas, sino porque además las que lo hacen no siempre están eligiendo cuando dicen hacerlo.
La cuestión de la libertad es tan compleja que vuelve la realidad un tanto absurda.
 Y en esa realidad todos somos esclavos, incluso los que parecen más libres.
 Y sino pensemos en esa especie de código que existe en el mundo masculino donde 
“los machotes” tienen que demostrar una rigidez inhumana y manifestarse a favor o en contra de las cosas que acontecen a su alrededor, tomando como fundamento lo que de ellos se espera a nivel social.
 Hombres y mujeres somos esclavos de una serie de mandatos que, aunque creemos que no elegimos. 
¿De verdad no lo hacemos?
No sé a qué absurdo patriarca se le pudo ocurrir una realidad semejante, pero indudablemente hacen falta más Simones, que no sean partidarias de una bandera, sino que entiendan el espíritu de la naturaleza humana y sepan discernir entre lo que es social y lo que se encuentra innato 
en la naturaleza de los individuos.
 Para establecer un cambio radical y definitivo en la forma en la que establecemos
 nuestras relaciones.
Simone, mucho más que la referente del feminismo existencialista
Simone de Beauvoir nació en París el 9 de enero de 1908, y falleció el 14 de abril de 1986. 
Fue novelista y filósofa. Además escribió ensayos de diversas temáticas entre las que sobresalieron los temas políticos, sociales y filosóficos.

Extraído de la red

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